Como uno de los grupos juveniles líderes formados dentro de YOUNGO para incidir por la acción climática y la salud, queremos enfatizar por qué es crucial motivar la participación juvenil significativa para facilitar una recuperación ecológica post-COVID-19.
Por Rodrigo Sánchez Iturregui (@roditurregui) y Deena Mariyam (@DeenaMariyam), Co-Dirigentes de Asuntos Externos de YOUNGO Health Working Group
YOUNGO (Youth + NGO) es la representación juvenil del panel sobre el Clima de las Naciones Unidas (UNFCCC) y coordina varios grupos de trabajo focalizados en aspectos específicos de las negociaciones climáticas dentro del UNFCCC para asegurarse de que las perspectivas de la juventud sean escuchadas con el mayor ímpetu. Consiste de muchas organizaciones, grupos, delegaciones lideradas por jóvenes, e individuos. Después de operar por dos años bajo status provisional, “YOUNGO” fue reconocido completamente en la COP17 en Durban, Sudáfrica y, desde entonces, ha servido tanto como el canal oficial para la participación juvenil en las reuniones sobre el cambio climático de la ONU, y como una red global de juventud y organizaciones enfocadas en la juventud que trabajan en cambio climático. Adicionalmente, los miembros de YOUNGO observan y reportan sobre las negociaciones climáticas y sus implicaciones de sus resultados.
A lo largo de los últimos dos años, la pandemia ha catalizado la atención pública, incluyendo la juventud, quienes indudablemente se han vuelto agentes de cambio en sus comunidades. Sin embargo, aún hay medidas importantes de rendición de cuentas que los gobiernos deben adoptar para involucrar significativamente a la juventud en los procesos mayores de toma de decisiones.
El involucramiento de la juventud como trabajadores de salud de primera línea en sus comunidades, activistas virtuales y promotores de la salud mental ha facilitado el camino hacia una recuperación acelerada en muchos países. Por ejemplo, las juventudes bengalí y rohingya han estado trabajando incansablemente para prevenir infecciones por COVID-19 en Bazar de Cox. En Perú, estudiantes de medicina han estado colaborando activamente con el Ministerio de Salud del país para facilitar múltiples espacios en línea, desde febrero 2021, para aumentar la participación de adultos jóvenes en programas de promoción de la salud – incluyendo salud mental.
Las experiencias del año pasado refuerzan el potencial de las demandas y el activismo de la juventud. Esta labor no debe ser vista por encima, por el contrario, debe ser puesta en el centro de los diálogos hacia las Intersesionales del UNFCC y los preparativos G20, con acciones concretas tomadas para la COP26.
Cambio climático y la pandemia
La salud humana y la salud planetaria están entrelazadas, un hecho que ha estado ganando mucho atención en los últimos meses, desde que The Lancet declaró al cambio climático como la más grande amenaza para la salud global en el siglo 21. (1) Un reciente estudio ha esclarecido la importancia sobre esta correlación, como el que la variación en la diversidad global de murciélagos sea debida al cambio climático, estando sujeto a la emergencia zoonótica del SARS-CoV-1 y SARS-CoV-2, ambos causantes de epidemias a grande escala. (2)
La variabilidad del clima afecta la salud humana a través de vías indirectas, particularmente a través de cambios en los procesos biológicos y ecológicos que influencian la transmisión de enfermedades infecciosas y la producción de alimentos.
Demandas de la juventud
Presión por parte de estudiantes de medicina llevó a que la Universidad de Massachusetts se deshaga de los combustifles fósiles en mayo de 2016, el primer sistema universitario público mayor en hacelo. Con el apoyo de reconocidas instituciones como la Asociación de Educación Médica para Europa (AMEE), la juventud también participó en perfilar el consenso sobre la importancia de la promoción de la educación para el cuidado sostenible de la salud, resultando en un personal de salud mejor preparado para abordar los efectos directos e indirectos del cambio climático en la salud, y mejor preparado para manejar futuras enfermedades y su carga en los sistemas de salud.
Nosotros, como representantes de organizaciones juveniles, creemos que para lograr alcanzar los objetivos del Acuerdo de París, los países deben comenzar a tener en cuenta medidas de responsabilidad social y rendición de cuentas para aumentar sus compromisos de acción climática, como expresados en sus Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC). Como representantes de profesionales de la salud jóvenes, avalamos el reciente llamado a la acción de 200+ revistas del cuidado de la salud para asegurar que nuestros representantes gubernamentales reconozcan al cambio climático como una emergencia sanitaria y que respondan a ella como tal. (3) Como siguiente paso, es crucial asegurar el involucramiento a escala mayor de todas las partes involucradas para implementar los compromisos climáticos de forma exitosa. Los actores no estatales y la juventud son clave en este proceso, dado que son quienes llevan adelante gran parte de la acción requerida a nivel comunitario. Es simplemente justo y lógico involucrarlos, ya que ellos serán quienes tendrán que enfrentar las consecuencias de las decisiones tomadas hoy en día.
Referencias
- Watts N, Amann M, Arnell N, et al. The 2020 report of The Lancet Countdown on health and climate change: responding to converging crises. The Lancet. 2020;397(10269):9-15.
- Robert M. Beyer, Andrea Manica, Camilo Mora. Shifts in global bat diversity suggest a possible role of climate change in the emergence of SARS-CoV-1 and SARS-CoV-2, Science of The Total Environment, Volume 767, 2021, 145413, ISSN 0048-9697, https://doi.org/10.1016/j.scitotenv.2021.145413.
- Atwoli L, Baqui AH, Benfield T, et al. Call for emergency action to limit global temperature increases, restore biodiversity and protect health. BMJ Open. 2021;11:e056565. doi:10.1136/bmjopen-2021-056565.