Semana del Clima de América Latina y el Caribe, segmento ministerial sobre GST y diálogo de alto nivel, Andrea Meza – Subsecretaria Ejecutiva UNCCD – Costa Rica, Diana Laguna – Vice-ministra de Medio Ambiente – Panamá, Susana Muhamad – Ministra de Ambiente y Desarrollo Sustentable – Colombia, Kishan Kumarsingh – Head, Multilateral Environmental Agreements, Ministry of Environment – Trinidad y Tobago, Camilo Sanchez – CEMEX y Gabriele Helen de Oliveira – representante de la juventud indígena de Brasil.

Foto: GCHA

Por Milena Sergeeva, Oficial de Enlace de GCHA para América Latina y el Caribe

Cada año, en el período previo a las negociaciones anuales de la ONU sobre el clima a finales de año (este año, la COP28, organizada por los Emiratos Árabes Unidos), varias regiones organizan semanas climáticas regionales. Las semanas climáticas regionales son una oportunidad importante para cultivar la alineación y el impulso regional antes de la COP, y pueden ayudar a traer una voz regional más fuerte a la mesa internacional en la COP.

La Semana del Clima de América Latina y el Caribe (LACCW2023), organizada por Panamá del 23 al 27 de octubre, fue un punto de inflexión para la salud y el clima, con múltiples eventos de salud y debates sobre la salud por parte de algunas partes interesadas a lo largo de la semana.

La salud permeó los diálogos de distintos sectores y subrayó su inextricable vínculo con la acción climática. La conferencia, donde convergieron diversas voces, disciplinas y perspectivas de los gobiernos, la sociedad civil, y la academia, tejió la salud dentro de las discusiones formales y los eventos paralelos. La salud estuvo presente no sólo a través del Track temático 4, que abordó la intersección de la sociedad, los medios de vida, la salud y las economías, sino también en áreas clave como el transporte, la alimentación, urbanismo, gestión de residuos, comunicación y la cuestión crítica de los combustibles fósiles.

La declaración del Foro de Ministros resonó con un mensaje claro: el camino hacia la mitigación del cambio climático y la salvaguarda de nuestra salud colectiva requiere de una colaboración intersectorial y cooperación regional, encaminadas por el enfoque de «Una Salud». Este enfoque unificador considera la salud de los seres humanos, los animales y el ambiente como un todo interconectado, esencial para el diseño de políticas efectivas. 

La propuesta creación de un Panel científico-normativo para la gestión de químicos y desechos destacó la necesidad de robustecer la interfaz ciencia-política, asegurando que la ciencia sea el faro que guíe la normativa ambiental. La declaración completa que integra más consideraciones de salud está disponible aquí.

Financiamiento y Justicia en la Transición Energética: La Voz de Latinoamérica

Mirando hacia la próxima COP28, América Latina levanta la voz por un financiamiento más robusto y accesible y una transición energética justa que tenga en cuenta a las poblaciones más vulnerables y la biodiversidad, tal como destaca un artículo reciente de El País. La región, rica en biodiversidad y con un papel vital en la lucha global contra el cambio climático, demanda una mayor atención a las necesidades específicas de sus países, especialmente en términos de financiamiento climático que respalde tanto la mitigación como la adaptación.

La integración de la salud en la acción climática resuena con estas demandas, ya que una transición energética equitativa debe considerar el bienestar y los medios de vida de las poblaciones vulnerables y la biodiversidad. Asimismo, la salud es un argumento fuerte y acelerador para abordar los asuntos contenciosos de la región, tales como la necesaria eliminación gradual de los combustibles fósiles, la eliminación de la pobreza, el acceso a bienes y servicios básicos y enfatiza la importancia de incluir a todos los sectores de la sociedad, especialmente a los pueblos indígenas, las mujeres y a los jóvenes, en la conversación climática.

En este escenario Colombia afirmó su liderazgo en ambición por el clima y la salud en la región, abogando por poner las personas al centro de las negociaciones. Colombia llamó por una posición de negociación climática unificada de la región de América Latina y el Caribe, aun reconociendo las diferencias respecto a su postura en pos de la eliminación de los combustibles fósiles. 

Colombia reconoce bien las conexiones entre la quema de combustibles con los impactos tanto en el clima como en la salud de las personas y de hecho ha empatado como país con la puntuación más alta en la Puntuación NDC del Aire Limpio, lanzada receintemente. Los hallazgos del la Puntuación NDC del Aire Limpio se presentaron en un evento del Centro de Acción (Action Hub) en la Semana del Clima de ALC, con el Ministerio de Medio Ambiente de Colombia presente para discutir el enfoque del país en el clima, el aire limpio y la salud de las personas.

Entre otros eventos a destacar, fue el Evento “Fortaleciendo los sistemas de salud resilientes al clima: un llamado a la acción colectiva”, presentado por PAHO, Ministerio de Salud Panamá, Ministerio de Salud Nación Argentina, CCAC, Rockefeller, Clinton Health Access Initiative y UNFCCC – Disponible en YouTube, y un evento paralelo, mostrando investigación sobre la salud mental para la incidencia en políticas desde la Universidad de West Indies en el Caribe.

Hacia un Futuro Sostenible y Saludable

La Semana del Clima de América Latina y el Caribe (LACCW) ha enfatizado con claridad que la salud y el bienestar son pilares esenciales en la agenda climática. La adopción de enfoques saludables en políticas de energía, urbanismo, nutrición y transporte representa sólo una fracción de los avances que la región está dispuesta a implementar. Con desafíos particulares en términos de financiación y transición justa, la sinergia regional será determinante para moldear el diálogo global en la COP28, y aún más en la proyección hacia la COP30 en Brasil, donde la sociedad civil ya está organizando esfuerzos para asegurar que sus voces sean escuchadas y sus propuestas consideradas.